¿Que nos pueden enseñar los juegos de los 80 sobre liderazgo?

que-nos-pueden-ensenar-sobre-liderazgo-juegos-80Aquellos maravillosos años marcaron muchos aspectos de nuestras vidas, pero sin duda uno de los más llamativos y que todavía no se ha explorado con la suficiente profundidad es: ¿cómo afectaron aquellos míticos juegos a los estilos directivos que hoy en día podemos encontrar en nuestras empresas?. Sin duda existe un paralelismo en la forma de gestionar y comportarse de algunos de los primeros ejecutivos de nuestras empresas y aquellos juegos… ¿te atreves a explorarlo?
 

7 lecciones sobre liderazgo que nos puede enseñar el Sr. Lobo

SrLobo-lecciones-liderazgoSin duda uno de los personajes más interesantes de la historia del cine es el Sr.Lobo de Pulp Fiction, interpretado magistralmente por Harvey Keitel. En la historia corta que nos regala Quentin Tarantino, el Sr. Lobo apunta una serie de lecciones que bien podrían aparecer en cualquier libro sobre liderazgo: orientación a resultados, mantener la calma, dar ejemplo, exigencia, valor de estar bien informado… son algunas de las lecciones sobre liderazgo que podemos aprender de él. 
 

Stop&Think: A favor del “Slow Management”

run Creo que lo hacemos mal. Y no escurro el bulto hablando en tercera persona. En la mayoría de las Organizaciones, desde los mandos intermedios hasta la alta dirección, viven inmersos en una suerte de frenética actividad que consume el 110% de su tiempo, agota sus reservas de energía y los hace llegar exhaustos a casa… y éste es uno de los comportamientos que más se premian en compañías donde la valía de un líder es proporcional a las horas y “lío” que soporta…

¿En tiempos de crisis necesitamos lideres o gestores?

¿Lideres o gestores?Hace unos días comentábamos las cualidades que debe tener un líder y su importancia como pilar de los equipos y referente dentro de las Organizaciones… lo que está muy bien, resulta adecuado y políticamente correcto… ¿pero ahora mismo es lo que de verdad necesitan las empresas que tienen el agua al cuello?

Esta disyuntiva es algo que me plantearon hace unos días, y mas allá de la respuesta automática, tiene una profundidad importante… porque su respuesta es lo que va a determinar la estrategia a seguir y la personalidad del capitán del equipo con el que vamos a jugar varios partidos complicados dentro de la próxima “temporada”.

Para poder explicar mejor la cuestión, vamos a definir primero lo que podríamos considerar un “gestor”:

  • Un “podador”, alguien capaz de eliminar sin pestañear áreas, personas o productos que no están dando ya unos resultados con impacto suficiente en la cuenta de resultados.

¿Jefes o Líderes?

Lideres o Jefes?En los últimos días, como corresponde a cualquier fin de año que se precie, ando dándole vueltas a las cosas que me gustaría mejorar para el año que viene, y una de ellas es la relativa a las capacidades de Liderazgo.
A pesar de que a todos nos gusta vernos como líderes visionarios, la realidad suele ser bien diferente, máxime si somos realistas. El liderazgo es uno de los puntos que más inciden en el éxito o fracaso de una Organización… así que como reflexión me gustaría construir la figura del “Líder”, y entender cómo se diferencia éste del clásico “jefe”.

Para ello creo que una de las primeras cuestiones debe ser definir qué es un líder, ya que aunque todo el mundo tenemos nuestro punto de vista sobre la cuestión es útil encontrar las características comunes y competencias que comparten los líderes que conocemos. Como disclaimer, recordaré que me enfoco en lo que debería ser desde un punto de vista ideal y quizas un poco ingenuo (tal como me gusta):

  • No sólo delega sino que dá el poder (empowerment) a su equipo, junto con la autonomía y control necesarios para llevar a cabo sus tareas… (lo que es muy diferente de “desentenderse”)
  • Existe una coherencia entre lo que piensa, lo que dice y lo que hace. Esta coherencia es la base de la credibilidad del líder

Sacrificar las vacas sagradas: Productividad, costes y el valor del cliente

World on the edge (Economist) El contexto económico en el que nos movemos en los últimos tiempos está obligándonos a cuestionar verdades que considerábamos dogma hace solo unos años…. No ayuda el hecho de que los costes productivos de Europa siguen creciendo (de media, la mano de obra en Europa supone un coste de 12€ / hora, mientras que en Chindia está rondando los 0,4€ /hora). ¿Deberíamos entonces seguir quejándonos amargamente de la “mala calidad” que tienen sus productos, y de sus costes, contra los que no podemos competir? (Mas de uno parece que olvida que hace 30 años los “chinos” éramos nosotros para los Alemanes… ¿o Ford decidió poner su fábrica en Valencia por lo sabroso de sus paellas y su agradable clima?)… Debemos sacudirnos el pesimismo y apatía que empiezan a inundar a la sociedad y reaccionar.

Creo que precisamente, y siguiendo el ejemplo anterior, deberíamos dejar de intentar ganar una batalla perdida y estudiar con atención cómo lo hicieron los Alemanes (o los Finlandeses, o más recientemente Corea del Sur) y apostar por el tan cacareado “cambio de modelo productivo”….

Este es un camino que desgraciadamente dejará a mucha gente en la cuneta (los que no quieran o puedan cambiar), pero que tendremos que recorrer nos guste o no…. Para acabar de ilustrar la inevitabilidad de este proceso, os muestro unos cuantos gráficos que creo son concluyentes sobre el futuro que nos espera, y que utilicé en mi charla sobre “Las TIC y la Innovación en una Economía Globalizada” dentro del XII Curso de Pensamiento Contemporáneo (mapas estupendos que podéis encontrar en WorldMapper):

Diferenciarse o morir

Diferenciarse o morirEl mercado ha cambiado. Los clientes han cambiado. Incluso nuestros empleados han cambiado…. Y no vale de nada lamentarnos sobre los “viejos buenos tiempos” perdidos, no van a volver. Las personas que, en alguna faceta de nuestra vida profesional debemos actuar como líderes, tenemos la obligación y responsabilidad de asumir este cambio, dejar de quejarnos y actuar.
 

Mi padre me decía cuando empezó la crisis que iba a ser un estupendo ejercicio para nuestra generación, ya que nos habíamos acostumbrado a gestionar la abundancia (de clientes, de proyectos, de financiación…), y nuestra prueba de fuego sería el aprender a gestionar la escasez.

Inevitablemente va a haber muchas bajas por el camino, pero los que consigan sobrevivir a esta crisis no solo saldrán más reforzados (consecuencia de una estructura de costes más ligera y una manifiesta capacidad de adaptación) sino que competirán en un mercado con menos competidores (aunque posiblemente más grandes, debido a los procesos de concentración). Este proceso lo podríamos asimilar al principio de supervivencia del mas apto enunciado por Charles Darwin (Geoffrey Moore, autor del estupendo “Crossing the Chasm”, amplia el tema en su libro “Dealing with Darwin)

Y para conseguir ser los más aptos y sobrevivir, lo primero que debemos hacer es plantearnos cómo nos está afectando estructuralmente la crisis.

“Colonia de Leprosos”: Liderazgo de grupos conflictivos

Colonia de Leprosos Este nombre es el que general de brigada Frank Savage decide asignar al avión donde volarán los indeseables y faltos de motivación de la unidad de bombarderos 918 en el clásico Almas en la Hoguera” ( “Twelve o’clock High”, 1949). Esta estupenda película narra el camino para convertirse en líder que recorre el general Savage tras relevar a un amigo como comandante de la 918, conocida como “la de la mala suerte” por sus malos resultados y alto número de pérdidas,  lo que en la película se revela como un problema de liderazgo.

Esta película se utiliza como apertura y elemento de reflexión en diversas formaciones sobre liderazgo, ya que aporta un número importante de lecciones (concretamente se basan habitualmente en el caso de la Harvard Business School 9-382-016 Rev. 11 de Diciembre de 1995). Para mí, una de las lecciones más interesantes es la que da el título a este post. En la película, el coronel Savage, tras reemplazar al líder anterior se entrevista con el oficial de vuelo de la escuadrilla, un piloto con una brillante carrera militar, de una familia con larga tradición y con años de experiencia, pero que no apoyó al anterior comandante, ni asumió las funciones de líder suplente, y que además no salía en apenas misiones. Tras decirle lo que piensa sobre él, lo destituye y lo pone al mando de un bombardero al que ordena pintar como nombre “Colonia de Leprosos”: él será el jefe de dicho bombardero, y en él irán todos aquellos soldados que se equivoquen muy a menudo, que se pongan demasiadas veces enfermos o simplemente no sean buenos soldados…