Al emprender ponemos todas nuestras esperanzas en una idea con la que esperamos conquistar el corazón de nuestros clientes, pero ¿qué pasa cuando eso no sucede?. Nos han enseñado a que el fracaso es una muerte rápida, un golpe seco… pero en realidad es más una larga agonía en la que no sabes si estás vivo o muerto.
Emprender es una actividad de alto riesgo. Nos esforzamos en crear un producto o servicio que realmente aporte un valor real y tangible al cliente, el aporte lo suficiente como para que esté dispuesto a pagar por él… algo que la mayoría de las veces no sucede.
Los motivos son variados, aunque nos solemos engañar al respecto: a menudo nos justificamos pensando que posible que nos hayamos equivocado en el mensaje, en las estrategias de captación o incluso en el diseño del propio producto… pero habitualmente el problema es más elemental, algo que subyace en la base del proyecto:
No hemos conseguido crear suficiente valor para el cliente.
Y esto desgraciadamente es muy habitual, mucho más de lo que parece. El mercado está lleno de productos como el nuestro, que debe competir en el mercado con decenas de productos similares (o alternativos) por el privilegio de captar unos segundos de la atención del cliente… y no hay espacio para todos.
Nos han enseñado a pensar que si nuestro producto no es bueno lo sabremos rápidamente, que el mercado pone a todo el mundo en su sitio… y es cierto, pero no de la manera que creemos: la gran mayoría de productos simplemente son irrelevantes, y el mercado los ignora. No los rechaza violentamente ni genera reacciones claras, sino que simplemente se queden estancados tras haber obtenido unas ventas limitadas.
Lo peor que le puede pasar a tu producto no es que guste o no. Lo peor que te puede pasar es que tu producto sea irrelevante
Porque el problema es ese, la mayoría de las empresas tras conseguir sus primeras ventas creen que han llegado al punto previo al cambio de tendencia, al punto de inflexión donde el producto va de despegar… aunque en la práctica para la mayoría nunca sucederá. Será un producto interesante que nunca llegará a cuajar.
Los ingleses tienen una frase que describe muy bien este tipo de reacciones: “Nice to have”…. o lo que en la práctica quiere decir que aunque “está bien” lo que haces y los clientes muestran cierto interés, no hay suficiente gente que realmente esté dispuesta pagar por ello.
Porque el mercado no es como nos habían dicho. El mercado no te va a decir claramente si tu producto no encaja. Está lleno de productos “nice to have” que nunca llegan a despegar, que resultan irrelevantes para sus clientes pero que sus promotores los mantienen en activo, dilapidando sus escasos recursos con la fútil esperanza de que eso cambie.Pero no va a ser así.
Los productos realmente buenos polarizan a la gente, tanto en un sentido u otro
Hacen que el mercado “reaccione”, que los clientes te busquen. Así que, si hace unos meses que has lanzado tu producto, y aunque todos los clientes te dicen que está muy bien nadie paga (o al menos no la suficiente gente), quizás te deberías plantear seriamente si estás creando algo que aporta suficiente valor, y evaluar cómo lo podrías hacer para construir algo más valioso para tus clientes… ya que esa es la razón por la que resulta absolutamente clave focalizarse en validar el negocio antes de invertir más recursos.
(Post publicado originalmente en VLCNews)
¿QUÉ OPINAS?
Realmente muy interesante tu post, y personalmente me hace pensar. Me veo en ese punto de inflexión que comentabas.
Saludos y gracias
Damià
Muy interesante ¿Y cómo evitar quedarse atrapado con un producto irrelevante? Indicas que es importante validar el negocio antes de invertir más recursos. ¿Podemos considerar que un negocio estará validado cuando consigamos vender el producto de una forma repetible y escalable a un precio suficiente?
Muchas gracias por el artículo.
Creo que el mercado está saturado de productos, servicios … información (ruido) pero faltan productos ó servicios con corazón.
El emprendedor que sea capaz de aunar estos dos elementos tiene la alquimia, en mi humilde opinión, para generar ORO, ó en nuestro caso dinero.
Pero esto es complicado porque “no se puede comprar, ni delegar”
Cuando un producto te hace vibrar la mente es incapaz de controlar esta emoción ó por lo menos es lo que a mí, personalmente, me pasa.
Feliz Navidad Javier y nos vemos en el programa Visibilidad Ascendente de Franck Scipion para empezar en 2014 con “casos de éxito”.
Pues creo que este artículo me aparece en el mejor momento, justo cuando comenzaba a creer que esto le estaba sucediendo a mi marca. Cuando esto ocurre, no hay que tirar la toalla. Sencillamente cambiar y virar, pivotar, hacia algo que pueda generar valor.
¡Gracias!
Es difícil emprender y conseguir vender tu producto, necesitas mucha motivación, tener un producto de calidad y competitivo, y ademas que a la gente le agrade. Pero se pueden ir solucionando problemas y conseguir triunfar, sobre todo tener ilusión por tu proyecto y dedicarle tiempo.
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Una vez conocida tu postura, que opinas sobre proyectos como
spotbros, que np van a crecer, siguen invirtiendo en servicios para captacion de usuarios y aun asi siguen cerrando rondas con inversores? ???
Un saludo y felices fiestas a todos.
Muy interesante, cada vez más los empresarios o emprendedores deben de analizar y revisar su política, productos, estrategias y tendencias del mercado, no podemos quedarnos quietos, hay que modificar nuestros productos, ser flexibles y una cosa muy importante el cliente en muchos casos busca un producto o un servicio a su medida, no busca generalidades.
Hay que ser asertivo y perseverante en nuestros emprendimientos, una no puede ir sin la otra.
…y no hay que olvidar al burocracia y el sobrecosto.
Puedes tener un buen producto o servicio pero las trabas burocráticas para todo es un auténtico lastre para emprender. Uno no se puede centrar en su negocio, tiene que estar continuamente lidiando con los problemas que la burocracia le impone. Puedes solicitar una marca, preparar un local,… Tardarán meses y a veces años en decirte que todo está bien.
El sobrecosto que llevan los elevados impuestos, seguros sociales y hasta la electricidad en este país.
Uno debería de tener la capacidad de emprender con prácticamente “lo puesto”. Tal vez así, no necesitaría alcanzar un éxito descomunal para poder sobrevivir.
Hola Javier.
Es la primera vez que participo en tu blog, pero te sigo desde hace más de1 año. Hay información muy valiosa en este blog y eso se agradece…mucho.
En relación a este post, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, pero me temo que estas experiencias son inevitables para un emprendedor. Sólo los que perseveran ante las decepciones y fracasos llegan al exito en forma de producto o servicio relevante para el mercado. Los que sólo lo intentan una vez, no alcanzan el objetivo. Hay que estar mentalmente preparado.
Por otro lado, me permito comentar (de acuerdo con las teorias de Steve Blank) que los emprendedores deben fijar su estrategia en función del tipo de mercado en el que van a actuar: existente, resegmentado, nuevo o clonado, ya que cada tipo de mercado tiene su particular “travesía del desierto” a la que hay que adaptarse para sobrevivir.
Supongo que a veces será dificil discernir entre el fracaso por irrelevancia ante el mercado y la travesía del desierto por adaptación del mercado.
De nuevo gracias por el blog y un cordial saludo para ti y para tus lectores-emprendedores.
Me ha gustado mucho el artículo de Javier y la aportación de Vicente. Cómo saber dónde se encuentra cada uno?
Un producto estancado es un signo de que esta muerto o de que hay que seguir mejorándolo?
No se si el,problema esta tanto en que el mercado no hable a las claras, como que es difícil saber si lo que te dicen es que continúes mejorando o lo dejes definitivamente descansar en paz.
Ese para mi es el dilema a resolver. Que un producto esta estancado es fácil de ver, lo que no lo es tanto, es si sigues invirtiendo tiempo/ dinero en el o si definitivamente abandonas.
Enhorabuena por el post. En Asesoría Alicante pensamos que sí es posible crear un producto u ofrecer un servicio de calidad, simplemente, hay proyectos que lo valen y otros que no. También estamos de acuerdo en que, a veces, nos venden humo adulándonos y haciéndonos creer que nuestro producto es mejor pero lo que tenemos que hacer es fijarnos en las ventas que estamos consiguiendo y el impacto que estamos generando en el mercado. Si esto no está a nuestro favor, debemos reflexioar, reaccionar y hacer algo para cambiar esto. Un saludo.
Interesante, gracias por la publicación.
Cuando creamos una propuesta de valor que nadie quiere se debe a que no supimos analizar correctamente el problema o la necesidad del nicho de mercado, no OBSERVAMOS al cliente mediante las herramientas y estrategias necesarias y es así que nos convertimos en vendedores y no en expertos, no aportamos el valor ni experiencias valiosas por lo cual convertimos al cliente en una presa de caza, si anhelamos que nuestro producto deje ser irrelevante deberíamos cambiar la percepción del cliente hacia nuestra propuesta.
Me ha encantado el artículo, da mucho que pensar. Planteo el problema desde otra prespectiva, no se si equivocada o no …. Cuantos productos/servicios se consideran “irrelevantes” y se dejan morir cuado las carencias del proyecto son otras como inversión, etc …? es muy difícil establecer el punto de “stop less”, lo mercados tienen unas inercias difíciles de controalr y que no siempre responden de forma equivalente al valor generado.
Estoy contigo, Eduardo. Opinaba lo mismo pero de diferente manera, unos comentarios mas arriba.
Lo complicado no es saber si está estancado, como si hay que dejarlo morir o seguir mejorandolo.
Todo emprendimiento es una aventura, un proceso de aprendizaje. Hay que llevar la adecuada visión y /o mentalidad para hacerle frente. Gracias por el artículo!
Me ha encantado tanto el post como TODOS los comentarios. Este es un claro ejemplo de un “producto” que funciona. El post ha tenido varios, buenos e interesantes comentarios. La pregunta es: hubiésemos pagado por verlo?…yo, SI.
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Me he leído este artículo tres veces para interiorizar lo que en mi cabeza me viene asomando desde hace varios días. Gracias por este artículo. Me deja la sensación de que voy por el buen camino y que los miedos de no crear valor suficiente en el cliente deben ser superados con creatividad.
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Como siempre dicen “que hablen de ti, bien o mal, pero que hablan de ti” pues lo mismo se aplica con nuestras empresas o al menos eso pienso yo!
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Me encantan los artículos de emprendimientos!!! Y tienes toda la razón en lo que dices!! Sin embargo, lo que si pasa es que los públicos son versátiles, así mismo los emprendedores lo deben ser!
No hay una ley absoluta, pero lo que si es ley es ajustarse a tu nicho y tener innovación constante.