En los últimos años, la palabra internacionalización se ha convertido en una suerte de mantra que repiten los primeros ejecutivos de nuestras empresas, nuestros políticos de referencia y los medios, como si de una receta mágica para dar respuesta a la crisis que venimos sufriendo… pero,
¿Es oro todo lo que reluce? ¿Es siempre necesario dar este paso? ¿Como afecta al modelo de negocio? ¿Cuando es conveniente?