Creo que lo hacemos mal. Y no escurro el bulto hablando en tercera persona. En la mayoría de las Organizaciones, desde los mandos intermedios hasta la alta dirección, viven inmersos en una suerte de frenética actividad que consume el 110% de su tiempo, agota sus reservas de energía y los hace llegar exhaustos a casa… y éste es uno de los comportamientos que más se premian en compañías donde la valía de un líder es proporcional a las horas y “lío” que soporta…
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Diseño de Modelos de Negocio
Ayer (24/6/2010) tuve el privilegio de poder compartir mis ideas sobre diseño de modelos de negocio en INICIADOR Valencia, y como viene siendo habitual, se han generado discusiones y comentarios muy interesantes. Durante la charla hemos pensado entre todos los principales bloques que forman un modelo de negocio, sus posibles relaciones o modelos de negocio más utilizados en el mundo Internet (modelos de varios lados, freemium, long tail, bait&hook o open business models).
Algunas características de una Organización 2.0
No paramos de escuchar últimamente en los diarios, en la televisión o incluso en las conversaciones de café que debemos cambiar el modelo, que España no es competitiva o que tenemos una de las productividades mas bajas de la eurozona…
Y a veces se nos olvida que ésto no solamente es culpa de que España esté peor o mejor gobernada, o de que la administración sea poco eficiente. Las empresas tienen una importante parte de la responsabilidad en el cambio de modelo competitivo (que no solo productivo), y para que esto sea posible deben sacrificarse muchas vacas sagradas y cambiar la forma en que operan, se relacionan y piensan nuestras empresas… porque como decía Einstein:
Locura es pensar que obtendrás resultados diferentes haciendo las mismas cosas
Las llamadas Organizaciones 2.0 o Empresas 2.0 (el término no tiene conexión directa con la tecnología, y creo que es desafortunado) ven su modelo de negocio, sus operaciones, jerarquía, relación con trabajadores y clientes u orientación a mercado de una forma diferente, a la que me siento particularmente cercano (este artículo resume mi visión romántica del tema)
Algunas de las principales características que las definen:
Implantar una cultura de reuniones eficaces (I)
En la mayoría de las organizaciones asumimos las reuniones como uno de los males con los que debemos convivir: se eternizan, sacamos poco en claro de ellas y en general las consideramos una pérdida de tiempo… lo que es perfectamente comprensible. El problema de las reuniones es sin duda cultural, y arraiga con especial virulencia en la cultura española, donde el tándem cumplimiento de horarios – productividad todavía está lejos de ser comprendido (cuando me reúno con gente en países anglosajones o nórdicos, las reuniones suelen haber sido mucho mejor planificadas que en España, y la hora de finalización es cuasi-sagrada).
Y como todo problema cultural, la mejor forma de abordarlo no pasa por publicar una metodología o conjunto de buenas prácticas en la intranet o enviarla por correo y y sentarnos a esperar el cambio… más bien es como una guerra, donde tendremos que luchar centímetro a centímetro en el campo de batalla (las salas de reuniones).
Como en casi todos los aspectos de cultura organizativa, el liderar mediante el ejemplo es una de las mejores aproximaciones: debemos dar ejemplo respetando el tiempo de los demás, las normas acordadas mutuamente e intentar ser concretos… porque a la postre este incremento no sólo tendrá un impacto (sorprendentemente alto) sobre la productividad de nuestros equipos, sino que mejorará de forma ostensible la motivación del personal.

