Nos dirigimos hacia la hecatombe

Nos dirigimos a la hecatombeCon este título tan poco sensacionalista quería llamar la atención sobre algo que está pasando, de gran relevancia para nuestro sector y de lo que (me da la impresión) no somos conscientes de su importancia. Aunque nos encontramos inmersos en una “fuerte desaceleración” del sector, no hace mucho nos quejábamos todos de lo complicado que era encontrar a profesionales cualificados (en algunos casos, incluso encontrar a profesionales, a secas)…

Y este problema no va a desaparecer automágicamente al acabar esta época. Mas bien lo contrario, nos vamos a encontrar un mercado laboral complicado para reclutar. Los últimos estudios realizados por Addeco y ATI hablan de una carencia de 25.000 profesionales en el sector… da que pensar.

Pero esto no es un problema, ya que al menos los titulados en Informática, Telecomunicaciones…etc. siguen alimentando las calderas de las nuevas generaciones, no? Pues por lo que parece, no. La Universidad de Málaga habla de la caída de un 43% en los últimos cinco años, con una pérdida neta de 1.224 matrículas. La UVA le sucede algo similar. No en todos los barrios es del mismo calado… pero en este magnífico artículo aparece un gráfico que da que pensar:

¿Gobierno? de las TI

BrujulaNo cabe duda que el sector de las TI está sometido a los caprichos de las modas y las buzzwords… pero ¿representa el “Gobierno de las Tecnologías de la Información” (o IT Governance) una nueva moda?. En mi opinión no, mas bien se trata de ponerle nombre a un conjunto de prácticas necesarias que desgraciadamente no han sido en general incluidas en las estrategias de gestión de los CIO.

El Gobierno de las TI es una parte integral del Gobierno Corporativo, e implica alinear los procesos y recursos de TI con los objetivos de la Organización.  Este punto, que resulta sencillo de incluir en cualquier definición de objetivos, es el autentico núcleo de una estrategia de TI con éxito…. porque no se debe olvidar que el sentido y la razón de ser de las TI en la mayoría de las empresas es aportar valor al negocio de la compañía, y no solo darle soporte.

Y en la definición anterior, la clave es “alinear“. Si recordamos nuestra época de estudiantes, existía un concepto que dejaba muy claro el sentido de esta palabra: la resultante de fuerzas. Este término, expresado de forma sencilla, describía la dirección y fuerza global resultante al tomar como conjunto una serie de elementos dispares. En el caso de  que nos ocupa, relativo al gobierno de las TI, se refiere a hacia donde “tira” cada una de las áreas de una Organización, y habitualmente toma esta forma:

Siempre hay esperanza

Caballo VoladorHace algunos días estuve hablando con el CEO de una de las empresas más “tocadas” por la crisis, y me comentaba que estaba dándole vueltas a la posibilidad de cambiar de trabajo. La conversación (que he maquillado para proteger al interfecto) fue algo parecido a esto:
– Por lo que he estado escuchando, es posible que el consejo decida prescindir de mi, y estoy pensando seriamente en comenzar a buscar otro trabajo…
– Pero… ¿Te gusta tu trabajo?
¿Eres feliz en tu empresa?

Gestion de Riesgos en Proyectos (I)

Gestion de Riesgos en Proyectos
En mi opinión, uno de los grandes olvidados en lo tocante a la Dirección de Proyectos es, sin duda, la Gestión de Riesgos…. y eso a pesar de ser una de las disciplinas que más impacto tienen en el éxito (o fracaso) del proyecto. En mi opinión, su uso es lo que diferencia a un buen Director de Proyectos de uno malo.

La gestión de riesgos se ha asociado históricamente a la Seguridad de la Información, y en este contexto se entiende que el riesgo es la “probabilidad de que una amenaza se materialice sobre un activo explotando una vulnerabilidad y produciendo un impacto”

En la gestión de proyectos, la definición varía ligeramente, dado que se entiende como riesgo cualquier “evento incierto, que de ocurrir afectaría positiva o negativamente al menos un objetivo del proyecto (coste, tiempo, alcance)” es decir, al Triangulo de la Gestión de proyectos o triple restricción. Uno de los primeros aspectos que choca al CIO no iniciado en esta disciplina es el hecho de que un riesgo no es algo necesariamente negativo: puede ser un evento que, de suceder, mejoraría alguno de los objetivos del proyecto.

Por ejemplo, en un proyecto en el que se han comprometido un gran volumen de compras de material en Estados Unidos, uno de los eventos inciertos es el tipo de cambio del dolar. Y su variación puede ser negativa para los efectos del proyecto (sube el precio del dolar) o positiva (baja el tipo del dolar, con lo que nos gastamos menos que lo inicialmente previsto).

Manifesto

Además de haber planteado por qué quiero comenzar con el blog, también me gustaría hacer un breve manifesto (que palabra tan de moda!) en el que describir los fines que me gustaría conseguir. Son ambiciosos, pero como ya he comentado, soy naturalmente optimista:

  • Dar visibilidad al CIO (Chief Information Officer, o Director de Tecnologías de la Información) en los órganos de decisión de sus Entidades: Pienso que es un error desperdiciar el conocimiento y percepción de un profesional que tiene una visión global sobre los flujos de información de la empresa, los requisitos de cada área en cuanto a información e interdependencias. Hoy en día en la mayoría de las organizaciones el CIO es uno de los principales activos que aportan valor a los consejos de dirección (incluso empieza a ser habitual conocer CIOs que han sido reconvertidos a CEO).
  • Concienciar sobre la necesidad de desarrollar habilidades “blandas”: Los Directivos con formación técnica relacionada con las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones carecen habitualmente de determinadas habilidades, denominadas “blandas“, que deberían dominar y que los pone en clara desventaja frente a sus homónimos de otras áreas. Entre ellas se encuentran habilidades interpersonales de comunicación, negociación, hablar en público, liderazgo, gestión de equipos.. En mi opinión, éste es uno de los principales motivos que provoca el rechazo de un CIO en el consejo de dirección.