En mayo del año 2009 nos desayunábamos con la noticia de que nuestro país caía de nuevo en los ranking de competitividad del puesto 33 al 39 (sobre 57) realizado por IMD, Escuela de Negocios Suiza (detalle aquí). En septiembre, el World Economic Forum, en el “The Global Competitiveness Report 2009-2010” rebajaba la posición de España varios puestos también, concretamente del 29 al puesto 33.
Aunque los resultados de estos informes se mueven en el terreno macroeconómico, la tendencia de España y por ende de sus empresas no parece al alza, y aunque resultaría francamente cómodo para nosotros repantigarnos en nuestros sillones y criticar lo mal que lo hacen unos y otros, como sabéis no es la actitud que más me gusta… Así que creo que deberíamos entrar a analizar los problemas de competitividad en la escala que nos afecta, esto es, relativa a nuestras Organizaciones (microeconómica), e intentar hacer los cambios necesarios.
Para ello pienso que el punto de partida es entender cuales son los aspectos que deben mejorarse y sobre los que podemos actuar. Para ello, nada mejor que analizar en detalle la posición de España según el análisis del World Economic Forum mencionado anteriormente: