Uno de los principales requisitos que aceptamos sin pestañear cuando se plantea la necesidad de orientar la empresa hacia el concepto social 2.0 es el de la apertura… y en la mayoría de los ocasiones, éste punto es precisamente uno de los factores de fracaso. De hecho, creo que podemos ir un poco más allá de circunscribir este fenómeno sólo a la transición de empresa clásica a empresa 2.0 y valorarlo desde un punto de vista global. Sobre el papel todas las empresas son transparentes…. pero en general estamos acostumbradas a comunicar lo mínimo, o como decía mi abuelo, “de lo poco, poco”. Venimos de una cultura donde todavía sigue vigente el miedo a que la competencia, los clientes, los proveedores o incluso nuestros propios accionistas sepan algo más de lo mínimo imprescindible… cosa que resulta completamente lógica por otra parte.
Por eso, me parece importante matizar que cuando hablamos de apertura y transparencia lo hacemos desde el sentido común y la responsabilidad: es perfectamente lícito que en determinados entornos TODO sea visible, pero en las empresas no es así, desde mi punto de vista. El criterio que deberíamos aplicar es que la información a revelar sea pertinente, es decir, que sirva a los objetivos y que no sea excesiva… Aunque no perdamos de vista que el fin último de intentar ser mas transparentes es facilitar las conversaciones.


Con este título tan poco sensacionalista quería llamar la atención sobre algo que está pasando, de gran relevancia para nuestro sector y de lo que (me da la impresión) no somos conscientes de su importancia. Aunque nos encontramos inmersos en una «fuerte desaceleración» del sector, no hace mucho nos quejábamos todos de lo complicado que era encontrar a profesionales cualificados (en algunos casos, incluso encontrar a profesionales, a secas)…
Una de las cosas que más me gusta de la negociación es sin duda la variedad de tácticas (o roles) que se pueden utilizar para lograr algo… es una habilidad que tiene algo de «interpretación«, ya que nos obliga a asumir un papel diferente del que tomamos normalmente, y que debemos interpretar
Tal como veíamos en el 

