A raíz del concurso “Espiritu de Aventura” que se cerró hace unos dias, hemos podido conocer de primera mano algunas aventuras realmente interesantes.
Una de ellas viene de la mano de Frank Scipión, autor del blog IngresosAlCuadrado.com, en la que nos cuenta sus 3 experiencias como emprendedor y que se ha ofrecido para ampliarla en este post invitado:
Mi primera experiencia como emprendedor en los negocios fue en el año 2000. Antes de eso, ya había ya vivido en varios países distintos y había estudiado cosas diferentes; en realidad, siempre he sido –por naturaleza– una persona algo inquieta y siempre curiosa.
El Salto del Ángel: ¡Ni p… idea!
En el año 2000, a los 30 años recién cumplidos, consultor senior en Deloitte Consulting (una "big five" de las empresas de management consulting), sufrí mi propia experiencia del Bug del año 2000. Un mi caso, una versión mucho más agresiva que la inofensiva de los ordenadores:
Junto con tres compañeros del trabajo, decidimos montar nuestra propia empresa, convencido de tener una idea de oro, y que nadie ni nada nos podría parar. En ese momento era el boom de las "punto com". Y éramos un equipo A.
De hecho, estábamos sin saberlo aún en plena burbuja de las "punto com". Un boom puede ser positivo, una burbuja que explota raramente trae cosas buenas.
La idea era muy sencilla: un sistema de invitaciones online para poder quedar con tus amigos. Quizás un embrión de lo que serían hoy las redes sociales.
Íbamos a utilizar un modelo de ASP, algo totalmente online y gratuito (obviamente). Existía un sitio que lo hacia en Estados Unidos (muerto desde aquel entonces) y, básicamente, queríamos copiar el concepto y traerlo al mercado español.
Nos lanzamos, a pesar de recibir avisos de algunos Senior Manager de la firma. Jóvenes, orgullosos, y pronto lo descubriremos, arrogantes y estúpidos.
Tuvimos la oportunidad de dar una charla un First Tuesday en Madrid, y nos fue bastante bien al principio. Generamos muchos contactos y hasta logramos montar un prototipo y un plan de negocio súper ambicioso.
Así que con un par de huevos y poco más (cerebro no había mucho en este proyecto), fuimos a buscar financiamiento para el proyecto. Unos cuantos Business Angels y algunas firmas grandes de Capital Riesgo nos recibieron ¡Pedíamos ocho millones de euros! Qué tiempos aquellos…
¿Qué pasó? El resumen de la historia es que salimos bastante tarde, así que justo cuando estábamos en la fase de búsqueda de financiación, explotó la burbuja con nosotros adentro.
De un día para el otro se cortaron todas las fuentes de financiación, con lo cual el proyecto nunca consiguió levantarse. No pudimos superar la fase del prototipo.
Conclusiones. De esta experiencia, que duró muy poco tiempo (apenas unos ocho meses), aprendí varias cosas:
- Es importante que cuando uno está en la fase de montar un negocio, éste sea útil para un colectivo determinado. Ahora mismo, con casi 10 años más de experiencia, puedo decir que esa idea no era realmente tan útil ni era tan importante, ni sabíamos a quienes queríamos vender. Creo que el punto de partida de cualquier proyecto de emprendimiento para negocios es encontrar un colectivo que tenga un problema y ofrecerle una respuesta. Al menos debería serlo.
- Al montar algo como esto, es muy importante el equipo. Es que aunque nos conocíamos de la empresa y todos éramos gente bien preparada, una vez que las cosas se pusieron un poco feas, se vio enseguida que el equipo no estaba listo para hacer que todos fuéramos en la misma dirección. Y el equipo y la ejecución de la idea lo es todo.
- Aunque en cada proyecto hay una fase de inversión, nunca se debe perder de vista que hace falta vender a corto plazo. Si tienes un proyecto en el que no está previsto vender a un plazo cercano (6 a 12 meses como mucho hoy en día), tienes un problema en tu modelo de negocio. A no ser que seas una multinacional que tenga una capacidad de aguante para mucho tiempo, ni tu ni ningún inversor sensato querrá esperar 3 años para ver si funciona la idea (he dicho funciona, no triunfa)
- También aprendí que las cosas no son tan rápidas como parecen. Tener una idea puede ser sencillo, pero toda la fase de construir un plan de negocios y la búsqueda de inversores, de hacer presentaciones, de construir un prototipo nos consumió todo el tiempo a cuatro personas durante casi 10 meses. Es francamente más lento de lo que puedes prever al principio. Se podría hablar aquí del factor "π" (3,1416), que en un plan de negocios se traduce en saber que al tiempo que creas que vas a tardar hay que multiplicarlo, por lo menos, por tres.
- Otra cosa importante que saqué de esto es aprender a salir pronto de un proyecto si crees que es erróneo. Yo, rápidamente, me di cuenta de que el proyecto y la gente con la que estaba metido en él, no tenía mucho sentido. Fue algo traumática la salida, pero me permitió reconstruir otras cosas muy rápido.
Y vuelve el gusanillo, cuando no le podía pedir más a la vida a nivel profesional
Enseguida tuve la oportunidad de entrar en Telefónica, a trabajar durante tres años como consultor interno en proyectos internacionales de las operaciones móviles, en el staff de la presidencia.
Durante ese tiempo obtuve satisfacción en el empleo, pero en 2004, me di cuenta de que manejar estrategias de entrada en mercados, con planes de negocios de miles de millones de euros, me estaba alejando de la realidad.
Manejaba números que para mí no significaban nada; y eso no era una pasión. A la primera oportunidad, decidí irme, con las maletas llenas.
Volví a emprender un proyecto propio, esta vez junto con un amigo personal.
La idea era vender soluciones de comunicación en el ámbito web basados en CMS de software libre. Vimos ahí una oportunidad para un nuevo mercado (Medianas Empresas) y nos lanzamos. Esta vez el plan de negocio se resumió en su más sencilla versión y una separación de tareas y responsabilidades equitativas.
La verdad es que las cosas nos fueron bastante bien…al principio. No tuvimos problemas porque a corto plazo conseguimos pocos contactos importantes, pero muy buenos. Cuando eres pequeño y tienes un cliente grande que factura varios centenares de millones de euros al año, la cosa se te hace más fácil.
Así que nos fuimos desarrollando en base a las peticiones que demandaba este cliente.
Por un lado estábamos encantados porque cualquier cosa que pedía allí estábamos nosotros para dar respuesta, pero, a la vez, creo que fue un error, porque no nos terminamos especializando en nada.
A los tres o cuatro años nos dimos cuenta de que sabíamos hacer muchas cosas, pero no éramos los mejores en nada. Y estábamos agotados de trabajar 12 horas al día, 6 días a la semana.
Conclusiones. En este proyecto aprendí:
- Los ciclos de venta en servicios de comunicación/consultoría son muy largos. Pasa demasiado tiempo entre el momento en que el cliente empieza su reflexión y toma la decisión. Pueden ser meses, hasta años. También hay de contar con la tasa de fracaso. Suele ser muy importante: quedan en el camino hasta cuatro de cinco propuestas. A modo de macro conclusión diría que sin marketing, la tarea de vender servicios profesionales es como operar sin anestesia: es algo muy traumático.
- Esta vez, aunque éramos dos (yo más enfocado a la venta y mi socio a la entrega de los proyectos), terminamos muy agobiados por la cantidad de horas de trabajo. Sin querer, estábamos como atrapados (síndrome del autónomo/pequeña empresa). Por un lado, los ingresos no estaban despegando mucho, y, sin forma de reducir el volumen de horas trabajadas, el modelo nos generaba estrés y agobio.
- Otro problema fue el monoclientismo. Aunque es verdad que durante los dos primeros años nos permitió desarrollarnos, a la vez, fue nuestra perdición. Sin darnos cuenta, no habíamos marcado bien cuál era el foco de nuestra empresa, no fuimos capaces de elegir nuestros proyectos. En definitiva, fue un error de visión estratégica de lo que queríamos ser como empresa. Aunque mi socio fuese un amigo, también hubo divergencias en el modelo de empresa a generar. Al momento de hacer una inversión para emplear a otras personas y aliviar nuestro día a día, por ejemplo, cada uno tenía una visión diferente.
En fin, cerramos el proyecto a los tres años de vida. Por mi parte, había ocurrido un evento personal en mi vida que lo cambio todo: iba a ser papa de 2 mellizas. Tenia que dar una respuesta para 4 bocas en vez de 2, y mi vida profesional necesitaba un cambio. En poco más de 3 meses conseguí un nuevo empleo.
No hay dos, sin tres
En el año 2008, al saber que iba a ser papá, decidí volver al trabajo de empleado. Hoy estoy en la Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón, donde me encargo del canal Internet.
Estoy trabajando ocho horas al día, en temas de webs, formación online, campañas, patrocinios.
A principio del 2010, ya padre de mellizas más mayores (por suerte mis niñas nos dejaron dormir muy pronto) y con algo más de tiempo para un proyecto personal, me embarqué en montar un nuevo proyecto, uno que fuera a tiempo parcial.
En este caso, quería tener el control del ciento por ciento del proyecto. Así monté el blog IngresosAlCuadrado.com, que está en pleno proceso de desarrollo.
Conclusiones. Creo que es el más logrado de mis proyectos y estas son las principales conclusiones (hasta ahora):
- Lo empecé alrededor de algo que me apasiona, por lo que no tengo que pensar mucho para encontrar temas de interés para subir al blog. Es una garantía de ver agotarse mi energia para mantener este proyecto.
- Además, estoy haciendo algo innovador y realmente muy importante para mis lectores: compartir todo lo que conozco sobre blogs y en particular, formas de monetizar un blog, y eso puede servirle a mucha gente.
- En este proyecto, la ejecución lo es todo. Por esto, como lo estoy desarrollando después del trabajo, tiene que ser eficaz. Me enfoqué en separar exactamente las cosas que son importantes de las que no lo son, para optimizar los recursos. Como la ayuda de recursos externos es clave, estoy trabajando con un periodista y también tengo gente que me hace cosas de diseño/mantenimiento aplicativo.
- Este proyecto también se enmarca en la idea de construir activos digitales a largo plazo. Y hacerlos casi sin ninguna otra inversión que mi propio tiempo. La idea es ir vendiendo –poco a poco– cosas online, con sistemas de venta y entrega de servicios totalmente automatizados.
- Es que uno de los grandes problemas que tuve en el proyecto anterior fue que trabajar como autónomo no es complicado en los días normales, pero cuando estás enfermo o te vas de vacaciones, ya no es tan sencillo, porque dejas de cobrar. Por eso estoy tratando de implementar sistemas que me permitan ingresar dinero en cualquier momento, cuando duermo, estoy enfermo o de vacaciones.
- Otra cosa que hay que entender es que, creo, el gran error que comenten muchos que tienen un blog es considerarlo como una herramienta de comunicación y no como un verdadero negocio. Monta un negocio, no montes un blog.
Hasta ahora, esto es lo que te puedo decir, porque el proyecto se está ejecutando.
Como macro conclusión de mis tres emprendimientos, diría que:
- el que no lo intenta, al final, seguro que no consigue nada. La idea es no repetir errores y corregir las cosas proyecto a proyecto.
- Sin embargo, con el tiempo, uno cada vez se hace menos atrevido al riesgo, es por eso que me autoproclamé como el primer "Serial Emprendedor Gallina".
- Todo lo estoy aprendiendo a coste personal, probando poco a poco y avanzando. La cuenta es muy alta. Cuando inicies una empresa es muy importante que tengas un mentor, un coach que ya haya transitado el mismo camino que quieres emprender, para que te ayude a no padecer los errores que él ya a cometido antes. Eso hará que reduzcas el Time-To-Market (tiempo para el lanzamiento en el mercado) de tu proyecto y, sobre todo, a bajar el nivel de riesgo y de fracaso.
- Pasa lo bien. La vida es corta. Haz algo que de verdad te llena, o dedícate a otra cosa.
Franck Scipion, es el autor del blog http://www.IngresosAlCuadrado.com y brinda consejos prácticos y probados para bloggers y emprendedores que quieren montar un negocio en Internet para generar más ingresos pasivos.
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