La palabra innovación parece haberse convertido en una suerte de mantra que nuestros directivos repiten una y otra vez sin muchas veces entender realmente de qué hablan… y sobre todo, cómo potenciar una cultura de innovación en la empresa.
Esta fábula, que se me ocurrió a raíz de una historia que escuché, creo que ilustra cómo solemos entender la innovación en las organizaciones, y algunas de las reacciones más habituales…


La mayor parte de las estrategias de venta están enfocadas a vender más a nuestros clientes (up selling, cross selling…) o a expandir la base atacando a clientes de nuestra competencia… sin embargo, existe un gran grupo de clientes que no están siendo servidos ni por nosotros ni por nuestra competencia: nuestros no-clientes.
Hace algo más de dos años comenzaba un articulo con la cabecera: “Vivimos tiempos interesantes…”, y siguen siendo las primeras palabras que acuden a mi cabeza para describir la situación actual.
Una de las tareas que cualquier profesional con responsabilidades de negocio debe abordar periódicamente, ya sea Consejero Delegado de una empresa del Fortune 100, emprendedor en ciernes, CEO de una startup recién creada o Director general de una PYME es cuestionarse su modelo de negocio, es decir, cómo piensa operar y obtener dinero (o valor social, en el caso de una ONG). Esto no sólo supone analizar el actual sino plantear nuevos modelos que aporten más valor.