¿Por qué esa obsesión con el fracaso al emprender?

emprender-fracaso-mitos-obsesion-sociedad-culturaEstamos viviendo una época curiosa: Atravesamos una profunda crisis global que está poniendo en duda muchos modelos de negocio tradicionales, y que ha producido un grave empobrecimiento de las familias del viejo continente… y sin embargo, desde diversos medios nos animan a iniciar nuevos negocios, e insisten que fracasar es algo bueno. ¿Se han vuelto locos?

Pues si y no. Fracasar no mola nada. Pero posiblemente los precursores del fracaso y el impacto cultural de este cambio tendencia sí que son positivos. En España en particular y en la vieja Europa en general, tradicionalmente se ha estigmatizado el fracaso en la sociedad.

La propia palabra fracaso implica que uno es un fracasado, de lo peor que te pueden llamar.

EL MIEDO AL FRACASO EN LA SOCIEDAD

Esta forma de entender el fracaso tiene perversos efectos en la sociedad, ya que genera miedo. Miedo a intentarlo y fracasar. Miedo a no intentarlo. Miedo a que se rían de ti por equivocarte. Pero no sólo está el miedo escénico.

Hay un componente real y económico que sin duda nos inhibe, y es que es muy caro y arriesgado económicamente emprender (aunque hay muchas opciones para mejorar esta situación, tal como nos recordaba Martin Varsavsky en “Más que recortes de gastos lo que España necesita es una verdadera reforma económica”).

Además, existen aspectos puramente culturales… vamos a hacer un test rápido: Piensa en 3 adjetivos que te inspiren las siguientes palabras. Seguramente se parecerán a:

  • EMPRENDEDOR: Valiente, Innovador, Divertido…
  • EMPRESARIO: Explotador, Aprovechado, Avaro…

Este es posiblemente el primer indicador, ya que los auténticos héroes de la economía, los empresarios (generan empleo, riqueza, pagan impuestos…etc) son considerados como el “malo” de la película en nuestra sociedad, como advenedizos que lo único que quieren es explotar a los pobres trabajadores.

Pues siento traerte malas noticias, pero como se suele decir:

Dejas de ser emprendedor para convertirte en empresario cuando pagas nóminas y tienes personal de administración

De acuerdo, es mentira, lo que diferencia a uno a otro es además una actitud mental… pero seamos justos: muchos emprendedores también son empresarios, o acabarán siéndolo (emprendedores en serie no hay tantos).

Creo que las raíces del problema son más profundas, y empiezan en la educación, y en los héroes que pretendemos emular. Algo está muy estropeado en una sociedad cuando la mayor aspiración de una gran parte de los jóvenes es ser funcionario.

Y no voy a caer en la demagogia. Los funcionarios son necesarios, hay muchísimos grandes profesionales e incluso muchos funcionarios emprendedores. Pero creo que la variable que un chico de 18 años debería buscar en su vida no es bajo ningún concepto la seguridad y la continuación del status quo, sino más bien el cambiar el mundo y hacerse rico por el camino.

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¿UN CAMBIO DE CICLO?

Sin embargo, parece que vivimos un cambio de ciclo, una época donde empieza a transmitirse el mensaje de que si uno quiere algo debe mover el culo, y de que no pasa nada por fracasar… Positivo sin duda, pero creo que ese no es el mensaje correcto:

Lo positivo no es fracasar, lo importante es arriesgarse

En mi opinión, fracasar per se no es algo positivo, pero habitualmente la primera aventura (el Plan A) no va a funcionar por diversos problemas (desconocimiento de las necesidades reales del cliente, de la operativa del negocio, dimensionamiento de recursos, etc)… así que teóricamente habremos fracasado.

Pero realmente habremos conseguido 2 cosas: demostrarnos que somos capaces de levantar un negocio (importante, aunque no lo parezca), y sobre todo, la más importante – aprender de verdad que necesita el cliente (habitualmente algo bastante distinto a lo previsto en nuestro flamante plan de negocio), cómo debemos llegar a él, cuál es el “punto débil” de la industria…etc.

Con esto tenemos el terreno abonado para pivotar el modelo de negocio, por lo que tendremos que:

  1. Identificar cuales eran las hipótesis o saltos de fe del modelo de negocio que se han demostrado incorrectas, y por qué.

  2. Recopilar y analizar qué hemos aprendido: sobre lo que el cliente necesita, sobre el modelo de negocio, el mercado…etc.

  3. Diseñar un nuevo modelo de negocio que recoja todo lo aprendido

  4. Explorar el mercado para validar la hipótesis y luego ejecutar de forma ágil el modelo de negocio 

CONCLUSIÓN

En resumen, fracasar no es algo bueno ni deseable, en absoluto… pero suele ser la condición previa para el éxito, por lo que debemos quitarnos el miedo a fracasar, ser extremadamente espartanos en el uso de recursos hasta que hayamos encontrado el encaje producto-mercado y sobre todo, abrazar la máxima del emprendimiento ágil:

Fracasa rápido, fracasa pronto, y sobre todo… fracasa barato

¿QUE OPINAS?

51 comentarios en “¿Por qué esa obsesión con el fracaso al emprender?

  1. Pingback: Bitacoras.com

  2. Javier, genial entrada. Este es un tema que aún no comprendo. Lo veo en personas de mi entorno y me parece catastrófico para iniciar un proyecto. Con lo bien que iría trasladar la alegría del proyecto desde el principio hasta… hasta cada día que se desarrolle el mismo. Ciertamente, la diversión en nuevos proyectos, así como ser enérgico innovando… si es que se puede convertir todo en un campo de pruebas ideal y pasarlo bien.

    Como ya te he comentado, genial.

    • Para mi la actitud ideal es una especie de esquizofrenia: convencimiento e ilusión a raudales con el proyecto y a la vez sentido común y cautela. Difícil, pero necesario!

      Gracias Jose M.!

      • He visto casos en los que la cautela se pierde cuando empieza a entrar el dinero y el proyecto degenera en la idea de ganar dinero rápidamente sea como sea sin tener en cuenta el dicho de comida para hoy, hambre para mañana.
        Me gusta ese equilibrio descrito de convencimiento, ilusión, sentido común y cautela… son las cuatro patas de un proyecto, con la falta de una, todo se va al traste.

        Muchas Gracias por la respuesta.

  3. En este país, la cultura y la estructura económica hace muy caro el fracasar y extraordinariamente difícil el emprender, así que sumado uno con lo otro, y lo mejor es prepararse para ser funcionario.

    Como bien se dice, no solo hay que cambiar la estructura económica, sino también la cultural para empezar a perder el coste social y financiero del fracaso, y el de ser empresario, que esa es otra

    • Si, creo que es algo que debemos empezar desde el principio, desde la educación en casa, el colegio…etc. Y desde luego hay que amortiguar el impacto del fracaso, es una barbaridad que sus consecuencias se extiendan años en el futuro…

  4. Es simple, hasta que no te arruinas con dinero o recursos propios es complicado que seas capaz de valorar el dinero que otros te prestan, por eso es bueno por lo menos darse una torta, que sea pronto si es posible y aprender de ello.

    • Totalmente de acuerdo, además hay una serie de errores de bulto que todos cometemos al emprender la primera vez que seguro que no vuelves a cometer… eso si, la bofetada no debería ser mortal :-)

  5. Hola Javier.

    Esto me recuerda a una frase de Benjamin Franklin y que creo que resumen el mensaje de tu entrada: “Quizás la historia de los errores de la humanidad considerada en conjunto, resulte más valiosa e interesante que la de sus hallazgos. La verdad es uniforme y angosta, existe de forma constante, y hallarla parece requerir no tanto una energía activa como una actitud espiritual pasiva. Pero el error tiene una diversidad infinita”

    • Gran fase Gabriel! Siempre he dicho que nos deberíamos fijar mucho más en las historias de error que en las de éxito, es mucho más facil aprender a evitar el error que a emular el éxito, y sin duda más valioso :-)

  6. Hola Javier!

    Enhorabuena por el blog antes de nada ;)

    En España el problema que tenemos es que radicalizamos las cosas, y con el fallo pasa lo mismo.

    Toda la vida el fallo ha sido un estigma, y ahora queremos hacer justamente lo contrario, falla una y otra vez. que no pasa nada y se aprende de los errores… Un pésimo enfoque, porque vaya si pasa cuando fallas, y se aprende cuando analizas los errores, no cometiéndolos únicamente.

    Siempre se alude al ejemplo de EEUU, pero distorsionado. Una cosa es tolerancia al fallo, y otra cosa muy diferente es la cultura del fallo que muchos gurús españoles no se cansan de pregonar.

    En EEUU lo tienen muy claro y ponen como símil el baseball: Bateador que falla la primera bola, no pasa nada. Bateador que falla la segunda bola, no pasa nada. Bateador que falla la tercera bola, fuera. Tolerancia sí, permisividad no.

    Si se falla se ha fallado, pero hay que poner todos los medios para que no ocurra, no dejarse llevar y que pase lo que pase porque “para aprender hay que fallar”.

    Aprender cuando fallamos no es una opción, es una obligación para no repetir errores en el futuro. Pero si no la cagamos mejor que mejor ;)

    Un abrazo!

    • Muchas gracias Ivan!
      Haces una interesante reflexión, es verdad que aqui (no se en otros países) somos muy “pendulares” en nuestras creencias, y parece que estamos casi en el otro extremo.

      Me gusta tu comentario sobre EEUU, porque nos transmiten un halo irreal de que allí no pasa nada por equivocarse repetidamente, que si lo haces te obsequian con unicornios rosas. :-)

      Un abrazo!

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  8. Coincido contigo. Parece que hemos pasado de “marcar” al fracasado a sobre valorar el propio fracaso.

    Está muy bien que ya no se mire mal a quien fracasa, como mínimo tiene el mérito de haberlo intentado, pero tampoco debemos vender el fracaso como algo bueno aunque sí como algo que no debe hundir.

    Aquí lo importante es tener éxito, signifique lo que signifique para cada uno, y si un fracaso es un paso intermedio para conseguirlo, lo podemos considerar un mal menor y hasta nos ayuda a aprender qué no hacer.

    • Seguimos de acuerdo, Xavi! :-)
      La clave es arriesgarse y que el equivocarte no sea mortal, para poder levantarte de nuevo y no cometer (al menos) los mismos errores.. que siempre nos queda un universo de errores nuevos que cometer ;-)

  9. Creo que el problema está en el enfoque. El enfoque hacía el resultado en lugar del proceso. Mientras seguimos viendo el” fracaso” como fracaso en lugar de aprendizaje, no cambiará esta percepción negativa. No has conseguido los resultados? Has fracasado! Pues no, has aprendido algo, pero este aprendizaje sí surge solo si dejamos del lado el sufrir por “fracasar”. En IBM hay una leyenda sobre los inicios de la compañía. Un ejecutivo inició un proyecto que falló y costó a la empresa 10 millones de dolares. Cuando el responsable presentó su carta de resignación a Tomas Watson, el presidente de IBM de entonces, Watson respondió: “¿Estas loco? Acabo de pagar 10 millones de dolares por tu educación, no puedo permitir que te vayas, ahora eres demasiado valioso para esta empresa”. Este es el enfoque que nos falta.

    • Buen punto Irina! La clave y unidad de medida de un proyecto debería ser el aprendizaje, mucho menos volatil que el resultado vs. lo previsto en el business plan.

      No conocía la leyenda sobre IBM, muy buena! … porque esa es justo la actitud :-)

    • Sé que tenemos el inglés hasta en la sopa, pero, por favor, “resignation letter” no es una “carta de resignación”, sino “carta de dimisión”.

  10. Javier, antes de nada decirte que he tratado de compartir el post en Facebook pero sólo aparece un enlace y una URL acortada por bit.ly. Revísalo por si has cambiado algo.

    Acerca del post, quisiera dar mi humilde opinión. Decir que creo que el mayor fracaso es cuando uno no lo intenta y, peor, cuando uno ridiculiza los esfuerzos de otros o menosprecia su trabajo o no le da importancia y encima se muere de envidia por lo que los demás son capaces de hacer, y el o ella no, sea por cobarde, por ser incapaz de ponerse manos a la obra para adquirir los conocimientos y habilidades necesarias, etc.

    Para mi una un fracasado es una persona frustrada que es incapaz de apreciar o exteriorizar el valor del esfuerzo, de los negocios o la voluntad de hacer de los demás, aunque sean negocios o iniciativas que no han logrado el éxito, consiguiéndose engañar a si mismo, transmitiendo de alguna manera sutil su oscuridad a los que sí lo intentan.

    De esos los hay y muchos. Recuerdo una maravillosa frase de cuyo autor ahora no recuerdo, que decía algo así: ”A las personas les gusta hacer negocios con personas que aprecian sus negocios”. Y así lo creo que es (sea una ”simple” iniciativa de escribir en un blog o la iniciativa de montar una mega empresa en La Red, sea la iniciativa de realizar un curso subvencionado de 200 horas o de realizar un mega master de tantos miles de euros, sea lo que sea).

    Te añado el fragmento de un artículo que escribí acerca del tema, inspirado por Miguel Bolivar de Optima Infinito:

    […] ‘Errar’ es la alternativa a ‘acertar’ en toda iniciativa, y depende de las espectativas que tengas, de los objetivos fijados, de qué entendemos por ‘acertar’. Sin embargo, ‘fracasar’ está más relacionado con la actitud (negativa ante el error), con la gestión de nuestras emociones, con el miedo, con el no aceptar ciertos errores, no tolerar los riesgos o no tratar de seguir adelante. […]

    Supongo que cada uno es libre de tener sus propios indicadores de éxito, pero el que se toma el derecho de no valorar el trabajo de los demás, aunque sea ínfimo, porque él o ella es incapaz de hacer lo mismo, es para mi el mayor fracasado.

    El desconocimiento (del sector, de la profesión, del mercado, de la tecnología, del modelo de negocio,…) es otro factor que conduce a la no valoración de lo que otros intentan hacer, pero aquí posiblemente podemos pensar que es simplemente desconocimiento. El punto es cuando este mismo individuo te critica o menosprecia tu trabajo.

    Un abrazo.

    Jordi Valls

    • Hola Jordi!

      Si, parece que bit.ly hace cosas raras a veces. Prueba con este enlace: http://bit.ly/obfety1

      Desgraciadamente es así como comentas. Hace algún tiempo alguien me dijo:
      “En España cuando uno despunta el resto intenta hundirlo, cuando uno cae le intentan poner el pie en el cuello para que no levante, y en eso nos hemos convertido, en un gran país mediocre”.

      No es algo con lo que estoy de acuerdo del todo, me parece que es muy negativo y generalista, pero si que existe cierta semilla de verdad en ello…

      La clave como dices es la definición de éxito que tenga cada uno, pero coincido, para mi el fracaso es conformarse y no intentar perseguir tus sueños… eso si que es una lástima y posiblemente cuando te hagas mayor te sientas un fracasado.

      Gracias por el comentario y un abrazo!
      Javier

  11. Vale.

    Es un buen artículo y tú ya sabes que coincidimos. Y es lo que hay que decir.

    Pero como ex-emprendedor arruinado (quebrado económicamene, literalmente) ¿se te ocurre alguna solución para que pueda volver a lanzarme a la piscina como un nadador y no como un buzo?

    Tenemos un serio (muy serio) problema financiero en España para el emprendimiento. Porque yo no sólo perdí lo que tenía (con eso ya contaba) sino que perdí lo que iba a tener los próximos 10 años, y en ello ando. Las fórmulas empresariales y financieras de este país con un fraude en líneas generales y ese aprendizaje (que también forma parte del juego, no te digo que no) te deja fuera del tablero por completo.

    Buen trabajo en cualquier caso, amigo!

    • Que honor verte por aqui Ramon!! :-)

      Sin duda estoy contigo que el modelo que tenemos de riesgo, pero utilizando tu patrimonio actual y futuro como garantía es una barbaridad… pero es el que tenemos, y a corto no tiene pinta que vaya a cambiar.

      Eso hace que transplantar de forma enlatada las lecciones sobre fracaso de otros países sea una barbaridad, y que obviamente debemos dedicar mucho más cariño al “control de daños” cuando estamos lanzando la aventura… pero vamos, aun así creo que hay que arriesgarse.

      Es mucho más duro, y me parece normal que entres a la piscina con el traje de buzo (irá todo más lento, y estrategias de GBF-get big fast son muy difíciles aquí)… pero lo importante es que entres de nuevo a la piscina :)

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  13. Nunca ha sido un país de segundas oportunidades, fracasar la primera vez y no tener oportunidad de una segunda vez, cuando sabemos que el fracaso depende no solo de la viabilidad del proyecto, depende de muchos factores ajenos, de muchas barreras a superar, que necesitan su tiempo, y tiempo y dinero no suelen coincidir en un emprendedor

    • Bueno, como todo creo que se trata de la forma en la que decida uno lanzar su iniciativa: si quemas las naves y lo arriesgas todo a una sola carta, no hay opciones de arriesgarse una segunda vez.

      Pero en mi experiencia si haces las cosas poco a poco, explorando cada paso en el mercado y validando con el cliente al final si que hay más opciones para pivotar….
      Gracias por comentar Ramón, y por los dos enlaces!

  14. Muy buen post.
    Te doy mi humilde opinión. No creo que fracasar sea bueno, casi ni necesario, pero estoy seguro que es inevitable.
    Fracasar es NO conseguir un objetivo propuesto.
    SIEMPRE se fracasa porque NUNCA se optienen los resultados esperados a la primera. Otra cosa muy diferente es que se cuenten esos fracasos o se callen para solo hablar de la parte bonita del éxito.
    De lo que habría que hablar es del tamaño del fracaso. No es lo mismo arruinarte y que te embarguen tus propiedades, que cometer un error estratégico que te haga tambalear la empresa pero que consigas salvarla con un cambio de rumbo.
    Lo importante no es el fracaso en sí si no lo que aprendes de cada equivocación. También es importante cómo sales de las consecuencias del propio fracaso. No es lo mismo arruinarte y arrastrar con tu ruina a proveedores y tabajadores que salir del paso, recuperarte y pagar tus deudas.
    En fin, que fracasar es algo inherente a todo proyecto, ya sea como emprendedor o como sea. Nuestra propia vida está plagada de fracasos, pequeños, medianos y grandes.
    Ea :)

    • Ya me extrañaba que no comentaras, tu aquí tienes mucho que decir :-)
      Me parece acertado lo que comentas, Javi… dado que hay que fracasar, mejor que sea un “golpecito” que un golpe que nos mate. El problema es que lo apostamos todo a una sola carta, que es lo que nos mate.

      Ya que no lo has incluido tu, voy a poner para referencia del resto de lectores tu genial post “Yo me arruiné emprendiendo”, muy al hilo de lo que comentamos: http://www.echaleku.es/yo-me-arruine-emprendiendo/

      Gracias por comentar!

      • Una de las peores cosas que te sucede cuando fracasas, es que pierdes toda la credibilidad, la poca o mucha que pudieras tener, ante amigos, familiares, profesionales y otros empresarios que has conocido en el camino, etc…. pero echaleku, has dado en tu post con una figura importantisima y que sufre en propias carnes esto de que seamos emprendedores…Tu pareja, mujer o acompañante en la vida, porque cuando fracasas, ella o el fracasa contigo y la arrastras al mismo fondo o agujero que vas tu, sin embargo, en lugar de añadir leña a la hoguera, te anima, te aconseja, no te abandona y que comprende tus inquietudes, tus miedos, eso que llevamos dentro, que no se lo que es, pero que te impulsa para volverlo a intentar. Nada, con esto solo quería reivindicar la figura de los que arrastramos en el fracaso y que nunca dejan de creer en ti, sin duda con el mismo coraje y fuerza que nosotros.

        • Muchas gracias a los dos :)
          Solo una aclaración a lo que comentas de la pareja. En mi caso cuando me sucedió el problema yo estaba con otra pareja que fue la que vivió como se me desmontaba todo. Me ayudó en el problema pero la relación no continuó por otros motivos.
          Después conocí a Laura que en ese momento era cuando yo no llevaba ni cartera (como cuento en el post jejejeje) y no se que vería en mi pero está claro que no está conmigo por mi dinero :P
          Lo que si que es cierto es que sin ella muy probablemente yo no estaría hoy dónde estoy, habiendome recuperado de mis deudas, habiendo vuelto a emprender y llevando una empresa que “de momento” funciona con varias personas trabajando en ella.
          Pero si, la pareja es FUNDAMENTAL en esto.
          Una vez a la mujer de Obama le dijo un periodista “Si usted no se hubiera casado con Obama no sería Primera Dama de los EEUU”, a lo que ella respondió “No, perdone, si Obama no se hubiera casado conmigo hoy no sería el Presidente de los EEUU”
          Pues eso :)
          Abrazoides varios.

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  16. Algo que aprendi de un gran tecnico en Argentina: “Sin responsabilidad del error no se aprende”, solo con responsabilidad podemos aprender de los errores, ya que de no hacer lo maximo que podamos en dicha ocacion, justificaremos con eso el error. EJ: no estudio lo suficiente para un examen por ej dejando el ultimo punto sin leer, desapruebo, y en ves de saber en que me equivoque, me justifico diciendo ” Desaprobe porque no estudie el ultimo punto “, ” Si estudiaba un dia mas aprobaba seguro”

  17. Coincido y no del todo, en mi humilde opinión creo que es un problema cultural.

    En mi seno familiar tanto mis padres como muchísimos españoles emprendieron en latitudes muy lejanas por aquellos tiempos en los que inmigrantes hacían las Américas. Emprendiendo todo tipo de negocios adaptándose a los cambios de esos países sudamericanos que no paran nunca de cambiar la reglas, con economías nada estables, así una y otra vez sin miedo a nada…todo se reducía a trabajar y trabajar incluso pensando cual va a ser el próximo “modelo de negocio” antes de que el actual deje de ser viable (eso gracias a los Gobernantes bananeros).

    Por lo tanto eso del miedo no lo entiendo o ¿quizás sea que es más cómodo lo otro? y nos amparamos en el miedo no sea cosa que se nos vea el plumero total si el empresario falla a vivir de la teta del Estado. Pero a este ya se le ha acabado la leche.

    Los españoles que emigraron no conocían la palabra miedo tomemos ejemplo.

    • Estoy de acuerdo con tu comentario, Armando… pero precisamente el tipo de personas que emigraron vs. las que decidieron quedarse ya las hace diferentes, no?

      Y si, muchas veces es una mezcla de miedo y comodidad, el famoso “mas vale malo conocido que bueno por conocer”.

      Gracias por comentar!!

      • Correcto, son vivencias y necesidades distintas, por eso llamo a tomar ejemplo.
        Quizás ahora es cuando más tienen que decir nuestros mayores. Lástima que internet les llega tarde ¿te imaginas lo que podrían aportar? ardería la www.

        Gracias a ti Javier, por el blog y tus aportes.

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  20. Gran artículo, toda la razón, el fracaso es solamente un aprendizaje para hacerte más fuerte. En palabras de Pablo, un emprendedor, cyberamigo y gran aconsejador en la plataforma http:/www.conectandoemprendedores.com/ las mejores características que definen un gran emprendedor son: trabajo, constancia y paciencia.
    Un saludo a todos, Marga.

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  23. Genial. Un artículo sólido y equilibrado donde no se cae en la demagogia en ningún momento, y donde invita al emprendurismo desde la ilusión y el realismo.
    Me gusta que hayas incorporado tan inteligentemente el binomino “empresario” y “emprendedor”, conceptos que han ido desarrollando bajo un entorno de acomplejamiento y demonización de la actividad empresarial en nuestro País.
    Un artículo, que, con tu permiso, compartiré con mis amigos.
    Un saludo

    • Gracias Antonio, creo que la clave es no mitificar el emprendimiento y tener claro que emprender es algo duro… genial, pero duro.
      Saludos

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